Descubriendo nuestro mundo

16 de diciembre de 2008


Para descubrir América, Colón necesitó navegar durante tres largos meses en los que el alimento escaseaba y la tripulación empezó a sublevarse. Para conocer los secretos de la televisión, nuestro becario solamente dispuso de unas horas de prácticas en una televisión regional.

La historia empieza cuando, en uno de sus primeros días, nuestro compañero entró en una sala. Desde ahí se podía ver otra habitación donde había un laberinto de botones y varios televisores en los que podía ver el partido de fútbol que se retransmitía por esta cadena. El partido se jugaba en Barcelona, y se estaba narrando desde el estudio.

Evidentemente, esto llama la atención. Se cuenta un partido de fútbol en tiempo a 800 km del lugar del encuentro. ¿A quién no le sorprende esto? Pues para nuestro becario no iba a ser diferente. Se quedó asombrado de la capacidad de improvisación del locutor. “Hace mucho frío en Barcelona”, decía el periodista junto al calor del aire acondicionado que marcaba 25 grados.

Este es un secreto del que nadie se dio cuenta. Hasta ese momento, el becario no conocía esta técnica. A partir de ahí, descubrió la magia de la televisión.

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