¡A los toros!

La historia de nuestro becario de hoy, está íntimamente relacionada con el mundo taurino, ya que este aprendiz de periodista decidió "un santo día" (como recalca él) especializarse en toros.

Al comienzo, su trabajo era sencillo, acompañaba al presentador del programa a cualquier plaza de la Región de Murcia donde se lidiara un toro. Pero la cosa empezó a complicarse, que si coge el micrófono, que si unas preguntas sensillicas...

Era un día de primavera, compartían cartel en la plaza portátil de Abarán los diestros Pepín Liria, "El cordobés" y Javier Conde, estos dos primeros allá donde van levantan pasiones, muy en especial en las féminas que acuden a la plaza por el simple hecho de ver el cotarro y oler al puro de su marido, sin importarle lo que suceda en la arena.

Aquí es cuando llega la parte buena de ser un chaval en prácticas: "cogí el micro y me recorrí todos los tendidos preguntándo a los aficionados cuestiones muy chorras tipo: ¿Cuál es el color de traje que más le gusta?, ¿Las plazas portátiles pasan a ocupar un segundo lugar detrás de las fijas?" señala este periodista.

"Ahí es cuando esas señoras que pasaban de la faena se convirtieron en mis ángeles, sólo por salir en la tele, me enterraron entre empanadillas, embutido de la tierra y lo que es más importante, una botica de vino y una "coca-cola", que con la que estaba cayendo era un regalo del cielo" comenta este ex-becario de la comunicación, que hoy es un reputado crónico taurino.

Nuestro experto en tauromaquia comunica "a todos aquellos estudiantes de periodismo que tengan un sueño, ya sea dedicarse a una especialización, que se lanzen al ruedo, desde los economistas hasta los de cocina, porque lograrán sus metas".