"Las prácticas son una tómbola y a mi me tocó el peor premio"

Nos situamos por un momento en la redacción de un periódico, con el esterotipo en mente de: lugar serio, silencioso, donde los empleados se esfuerzan al máximo.

Pero la historia de hoy, nos va a eliminar todas esas generalidades. Delante tengo a una guapa periodista, que lleva dedicándose a la prensa durante once años, y cómo casi todos, empezó desde abajo como becaria.

"Hay que hacer prácticas, eso está claro, hay que empezar desde algo, pero en mi caso tuve mala suerte. Las prácticas son una tómbola y a mi me tocó el peor premio" nos comenta esta profesional del medio escrito.

En sus primeros meses de prácticas todo le fue bien, le gustaba lo que hacía y sobre todo, la gente se llevaba muy bien con ella, en especial el jefe de redacción.
Éste se mostraba muy cariñoso con ella, le perdonaba cosas imperdonables, cosas que a sus compañeros casi les cuesta un despido, y sobre todo, no paraba de llamarla.

Ese acoso fue tal, que un día, en plena rueda de prensa en el Ayuntamiento, el redactor jefe se declaró de rodillas a aquella joven periodista. Pero nuestra protagonista lo rechazó, es más, su superior intentó hacerle la vida imposible desde entonces, hasta que ella tuvo que dejar aquella prácticas y denunciar a aquel tipo.

"Fue bestial, aquel hombre intentó machacarme en todos aquellos días de trabajo, no lo pude aguantar más y me marché" dice esta periodista, añadiendo que "como en todas las profesiones, existen peligros, pero jamás pensé que a mi me fuera a tocar uno así".